28.6.14

HISTORIAS. En las nubes.




















Uno se queda con una sensación extraña tras un viaje como éste, en el que casi no se es consciente del lugar en el que se ha estado. Te subes a un avión. Te bajas. Corriendo coges el metro, y a tres paradas del aeropuerto te vuelves a bajar. Subes las escaleras de la estación, cruzas un paso de cebra y entras en el edificio en donde vas a tener una reunión. 

Tras tres horas, vuelvo a salir corriendo. Atravieso el paso de cebra y bajo por las mismas escaleras por las que subí a primera hora de la mañana. Cojo el metro. De nuevo tres paradas hasta el aeropuerto. Subo las escaleras y llego al control de seguridad. Hay cola. 10, 12, 20 minutos de espera. Llegó a mi puerta justo cuando comienza el embarque. Nos subimos al avión. Tardamos en despegar porque según el piloto, falla el detector de humo de uno de los cuartos de baño. Once horas después, estoy de nuevo en casa. 

-¿Qué tal el día? ¿Hacía calor en Madrid?
-Pues no sé, pero en el metro se pasan con el aire acondicionado.

24.6.14

HISTORIAS. La espera continúa.












Cuesta creer, tras una semana sin olas, que aquel día decidiese esperar en lugar de entrar al agua y compartir estas olas con Nestor. Si hoy hubiese la mitad, nos lanzaríamos sin pensarlo al agua. De momento toca esperar.

22.6.14

HISTORIAS. La oveja negra.








De camino al trabajo me llamó la atención el que dentro del establo hubiese algo negro que destacaba entre el blanco de las ovejas. Como pasé rápido, y no me pude fijar, pensé en algún otro animal que hubiese decidido pasar la noche allí, aprovechando el calor del rebaño. Pero al día siguiente me fijé en detalle, y comprobé aquel animal era una oveja, igual que las demás, pero de color negro.

Era la primera vez que veía una. Las ovejas negras se puede decir que nacen por una casualidad genética, una excepcionalidad. En estos casos, y por una vez, el gen dominante no es capaz de ejercer su supremacía, y el regresivo consigue expresarse. Pero esto no siempre ha sido así. Hace años las ovejas negras eran tan comunes como las blancas, hasta que el valor de la lana de este color empezó a bajar y los ganaderos se decantaron por las ovejas de lana blanca. Sin embargo, y a pesar de los años de selección genética, ha habido genes que han sido capaces de resistir, y de vez en cuando manifestarse de nuevo. A los pocos días coincidí con los dueños del rebaño, y les pregunté por la oveja: era la primera negra que nacía en los últimos 7 años.

Por el color, y haciendo honor al significado que se le ha dado a la expresión de la oveja negra, a esta "perica" se le ha de suponer un cierto carácter rebelde, Y debe ser así, porque todas las mañanas, cuando voy a trabajar, la veo en el establo acostada pero estratégicamente ubicada lo más próximo posible a la puerta, como expresando a las demás que quiere ser la primera en salir a pastar al campo. Seguro que también es de las últimas en entrar.