1.4.15

HISTORIAS. Shaun Claffey.




Es increíble, gracias a internet, la cantidad de información a la que tenemos acceso. Y no se trata sólo de cantidad, sino también de todo el espacio geográfico que podemos llegar a abarcar como fuente de esa información. Llevado al surf, ello me ha hecho pensar sobre el gran número de surfistas buenos que existen en el mundo. Tantos que resulta inabarcable. De hecho no hay semana en la que no descubra a un nuevo surfista hasta entonces desconocido para mí, bajando una ola gigantesca, haciéndose un tubo profundísimo, o una maniobra increíble. Surfistas con un nivel excepcional que viven alejados de los circuitos, pero sobre los cuales podemos saber a través de la web. Los últimos que me sorprendían eran unos surfistas canadienses que aparecían en un video de Chris Burkard. Pero los he visto también de Noruega, Indonesia, Italia, Japón, ... Y posiblemente, a poco que busques, será fácil encontrar sobre ellos más información, imágenes y vídeos.

Pero hace años, antes de la era de internet, acceder a toda esa información, y saber de esos surfistas "anónimos" pero geniales, era imposible. Sólo los más mediáticos trascendían a nivel mundial, nada comparado en número a los surfistas sobre los que se habla y sigue ahora. Por tanto estoy seguro que muchos buenos surfistas, tal vez algunos de los mejores, no habrán trascendido, de modo que sobre ellos poco o nada sabremos.

Todo ésto lo he pensado tras leer un artículo en el Surfer's Journal dedicado al que hasta entonces era para mí uno de esos surfistas "desconocidos", Shaun Claffey, pero que para el escritor Dewey Shurman ha sido, tras Tom Curren, el mejor surfista salido de las olas de la playa de Santa Bárbara. Tras leer sobre él he buscado en internet una imagen, o algún artículo, pero lo único que he encontrado es una mención a que pertenecía al club de surf de Santa Bárbara. Ni una sola foto. Un vacío que ni la era de internet ha logrado llenar.

"No diré su nombre, pero durante un tiempo y en una playa, él fue el mejor surfista que nunca he visto en el agua. Y no era el único que lo pensaba ...

Aquel momento habría que situarlo en un periodo entre mediados de los sesenta y principios de los setenta, en los años en los que el surf se practicaba principalmente sobre longboards pesados, de una sola quilla, con doble glaseado y sin invento. El lugar era Santa Bárbara, un sitio que se encontraba fuera de los mapas del surf en los sesenta. Sus locales no viajaban hacia el sur, por lo que casi nadie conocía quiénes eran los surfistas que cogían olas al norte de Rincón. Por eso, no me sorprendió cuando, ojeando el libro de fotografías de Leroy Grannis, me llamó la atención el pie de una foto en blanco y negro, tomada en 1965, en la que aparecía un surfista en la punta de su longboard con medio pie fuera del nose. El pie de foto decía: "Desconocido".

Él era Shaun Claffey.

(...)

A lo largo de los años, he visto a un montón de buenos surfistas. Pero, ¿cómo comparar a un surfista de 1962 con otro del año 2014? No hace mucho vi un vídeo de Clay Marzo lleno de aéreos, y maniobras radicales. Sin embargo aquellas imágenes me traían a la mente, una y otra vez, a Shaun, aunque con la diferencia de que él surfeaba sobre un longboard de más de 13 kilos.

Santa Bárbara ha sido el hogar de grandes surfistas, entre ellos, Tom Curren. Por su estilo, por su dinamismo en la ola, se podría decir que nunca saldrá de esta playa un surfista mejor que Tom. Pero hubo otro surfista que merece también ese reconocimiento. Nunca me cansé de ver sus bottoms a contramano. Como se mantenía en la punta en tablas que no eran precisamente noseriders. Le basta con hacer el bottom, impulsarse en el giro, y golpear el labio. Daba igual el tamaño de las olas. Siempre surfeaba con la misma tabla, en una combinación perfecta de precisión y potencia que nunca he visto desde entonces".

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