30.3.15

HISTORIAS. La Rufo's amarilla (de nuevo).













Mi anterior encuentro con la Rufo's amarilla había sido un tanto precipitado. Llegaba a la playa tarde de trabajar y con ganas de irme directo al agua. Así que cuando me la "presentaron" todo resultó un poco apresurado. Además, aquel día llevaba conmigo una cámara compacta, la misma con la que suelo entrar al agua. No es que haga malas fotos, pero desde luego no tienen la calidad de una réflex. Había tanta luz, que los reflejos del sol en la tabla y en la arena hicieron que las fotos no estuviesen a la altura de lo que la tabla merece. Pero no sabía si aquella oportunidad se presentaría de nuevo, así que por lo menos había conseguido documentarla. Por eso, cuando me enteré de que la Rufo's amarilla andaba de nuevo por Doniños, no dejé pasar la oportunidad.

Es imposible saber por todas las historias por las que habrá pasado esta tabla, pero seguro que cuando Rufino la hizo hace casi 40 años no se imaginó que, tanto tiempo después, habría gente que casi pide vez para poder darse un baño con ella. Las huellas del paso del tiempo están ahí. Golpes marcados en la fibra que muestran la dureza con la que Rufino hacia las tablas. Una quilla, que originariamente era de una tabla de windsurf, que fue recortada y lijada hasta darle unas proporciones más apropiadas a su nuevo uso. Y una capa de pintura amarilla, sobre la fibra y concentrada en los cantos, posiblemente muestra de viejas reparaciones.

La tabla, sabiendo además como se comporta en el agua, pide una restauración a gritos, que sin borrar las marcas que el paso del tiempo le ha dejado, le permita seguir cogiendo olas al menos otros 40 años más.

Para todos los que tengan especial interés por las tablas Rufo's, podéis consultar todo lo publicado sobre ellas en el desdelacroa pulsando AQUÍ.

25.3.15

HISTORIAS. La crónica alternativa.











Como responsable de la organización de la limpieza, una de mis funciones es la de escribir la crónica de la jornada. Creo que siempre he sido objetivo en mi evaluación, incluso cuando nuestro poder de convocatoria ha sido un fracaso total. Pero de cualquiera de las maneras, se trata de mi opinión, que tal vez pueda estar contaminada por ser precisamente el "organizador". Tenía curiosidad por conocer qué lleva a un voluntario a acudir a una limpieza y cuál es su visión desde dentro, así que cuando este año, poco antes de empezar, invité a Leticia Martínez, socia del club, amiga, y periodista de profesión, a escribir una crónica "alternativa" a la "oficial", supe que ésta sería una buena oportunidad para tener esta visión.

También suelo hacer fotos, aunque nunca les dedico el tiempo necesario. Me da cierto reparo que mientras los demás están trabajando, yo esté haciendo fotos. Pero sé también que es algo necesario, ya que el testimonio gráfico es muy importante. Así que cuando Lucía Díaz me preguntó unos días antes si sería posible el que se acercase con su cámara para, además de ayudar en la limpieza, sacar unas fotos, no pude más que exclamar que ¡¡¡sí!!!.

Y para terminar la rueda de colaboraciones, y cuando ya estábamos reunidos para la foto final, apareció Juan Riera para inmortalizar el momento como es debido.

Tras las fotos de Lucia, y de la grupo de Juan, os dejo ahora con la crónica de Leticia. 

Cajas de cartón repletas de compromiso, responsabilidad y conciencia social. Por Leticia Martínez.

Inquieta saber que cada segundo se vierten en los mares 206 kilos de residuos plásticos. Materiales que nunca se degradarán, que contaminan los océanos y que, además, producen numerosos daños en los animales marinos. Resulta evidente que es necesario crear conciencia social sobre la responsabilidad que, como consumidores, tenemos respecto a la contaminación de los mares y que es necesario contribuir a retirar esos residuos de los espacios naturales porque ése no es su sitio.

Ya han pasado 20 años desde el nacimiento de las Ocean Iniciatives organizadas por la Surfrider Fundation Europe y 16 desde que el Océano Surf Club aporta su granito de arena a través de limpiezas en la playa de Doniños. Es evidente que sigue habiendo mucho trabajo que hacer pero resulta alentador comprobar que, quedada tras quedada, el compromiso aumenta y que cada vez más personas participan en esta acción social.

A nivel europeo se estima que cada año colaboran voluntariamente 60.000 personas de 17 países. En Doniños, el sábado por la mañana, fuimos cerca de 40. Niños, jóvenes y mayores que decidimos participar en una acción pequeña que forma parte de un programa de conciencia social más amplio con el que se intenta conseguir un cambio en el marco legislativo europeo.

Fueron dos horas intensas, en las que el sol se dejó ver en algunos instantes, que estuvieron cargadas de compromiso, buen rollo y reflexión sobre cómo estamos cuidando un mundo del que no somos dueños. Hubo tiempo para encontrar cosas curiosas, como peines, chanclas o cepillos de dientes, y aunque no pudimos limpiar toda la zona, sí conseguimos trasladar en las cajas de cartón muchos residuos plásticos que ya no volverán a irrumpir en el ecosistema.

Si bien es cierto que una de las motivaciones que nos lleva a participar como voluntarios es contribuir con nuestras acciones a la limpieza del medio ambiente, no podemos olvidarnos de que nuestros hábitos de consumo inciden directamente en su cuidado. Y es que todos, diariamente, podemos colaborar de forma individual y todos los días son buenos para llevar a cabo nuestra “particular limpieza de playas”. ¿Te unes a nosotros?

21.3.15

HISTORIAS. La crónica de la limpieza.






















Un año más, y con este ya van 16, el Océano Surf Club organizaba una limpieza de playa dentro de la campaña de limpiezas de primavera de Surfrider Foundation. La verdad es que es toda una satisfacción cada año más gente se una a estas limpiezas (hoy casi hemos llegado a los 40 voluntarios), y sobre todo que haya muchos que repita, lo que significa que comparten con nosotros todos los objetivos que  buscamos con esta acción.

Pero independientemente del verdadero calado que en la sociedad tenga el mensaje que queremos transmitir, como acción concreta que busca retirar residuos de un espacio natural, la limpieza ha sido todo un éxito: de hecho, y sólo por el bidón de lleno de aceite, y de más de 25 kilos, que Porte y Álvaro sacaron de la playa, nuestra acción ya ha valido la pena. De haberse derramado en la arena, el daño hubiese sido muy importante.

A diferencia del año pasado, que en la playa había una cantidad ingente de basura, la situación en este era curiosa. Este invierno, aunque no ha sido especialmente duro en cuanto a temporales, de nuevo el mar se ha llevado mucha arena de la playa. Esto, unido a que durante estos días las mareas han sido muy fuertes, ha hecho que el agua prácticamente cubra todo el arenal en marea alta, por lo que la superficie en la que se acumula la basura, al haber tan poca playa seca, fuese muy pequeña. También el fuerte viento del nordeste de estos días tapó los residuos más menudos. A pesar de ello basura no faltó: en las dos horas que duró la limpieza no conseguimos limpiar totalmente la zona que nos habíamos marcado. 

Al acabar, y tras la foto de grupo, en el refugio O Alpendre de Doniños nos invitaron a todos los participantes a un aperitivo para reponer fuerzas. Así que desde aquí queremos agradecer a Pichu González su interés y ayuda.

Por mi parte, agradeceros el que os hayáis acercado hoy hasta Doniños a participar con nosotros en la limpieza. La próxima cita será a principios de junio, coincidiendo con el día de los océanos.

19.3.15

HISTORIAS. ¿Por qué limpiamos? (parte 2).


La imagen más común que tenemos de la basura marina es la de una gran variedad de residuos depositados en una playa o en el mar: botellas, restos de redes, cuerdas y objetos de plástico de todo tipo crean una imagen que nos resulta desagradable, pero principalmente por una cuestión estética. Decimos que la playa "está sucia", cuando el verdadero problema no es que estos residuos hayan llegado a la playa, sino todo el daño que han podido provocar en su camino hasta al arenal, y lo que pueden causar si nadie los retira.

Porque los residuos en general, y los plásticos en particular, causan numerosos daños en el medio marino. De hecho para algunas especies la basura marina pueden suponer un factor importante de mortalidad. Los cetáceos, así otros mamíferos marinos, pueden quedarse enganchados en los aparejos de pesca u otro tipo de residuos. Enredados, pueden morir a causa de las heridas sufridas, ahogados al no poder ascender a la superficie para coger el aire que necesitan para respirar, pero también de hambre o manos de sus depredadores al convertirse en presas fáciles por la pérdida de movilidad. Puede ocurrir también que algunas especies marinas ingieran estos residuos plásticos al confundirlos con sus presas habituales, lo que les puede provocar problemas de asfixia u oclusión intestinal. Y si esto no fuera poco, los residuos que se sumergen y llegan al fondo del mar, que por cierto son la mayoría, asfixian a las especies que habitan en los fondos marinos, al impedir la llegada de luz a través de la columna de agua.

Todas estas afecciones, cada vez mayores, han hecho que el número de especies afectadas por las basuras marinas haya pasado de 247 a 663 en los últimos 15 años. 

Pero el problema no termina aquí: los residuos flotantes también puede servir de medio de transporte para las especies invasoras, que recorren así largas distancias y pueden afectar gravemente a los ecosistemas que colonizan.

Si desde hace años Surfrider, y otras asociaciones, centran su atención en el plástico es por una particularidad especial de este material: el plástico, a diferencia de otros residuos, nunca se degrada completamente. Se puede llegar a fragmentar en trozos minúsculos por acción de la radiación UV, las corrientes, las olas o la sal, pero nunca deja de ser plástico. Pero además de no degradarse completamente, al descomponerse, aunque sea parcialmente, puede liberar sustancias tóxicas incluidas en su composición, como los ftalatos y los bifenilos, que son disruptores endocrinos. Además los residuos plásticos sirven también de soporte para la acumulación de productos químicos hidrófobos ya presentes en el medio, como los PCBs. Todo esto ha llevado a los científicos a estudiar las posibilidades de transmisión de los contaminantes químicos a las especies marinas y, en consecuencia, a los seres humanos...

Por todo esto, desde hace años intentamos centrar la atención en nuestras limpiezas en los plásticos. No sólo buscamos dejar la playa más limpia, concienciar a la sociedad, sino también evitar que todos esos residuos continúen causando más daños, rompiendo un ciclo, que sino fuese por nuestra intervención, no tendría fin. Sabemos que lo que recogemos es poco, pero ese poco ya no causará más daño.

Así que si quieres romper ese ciclo y unirte al Océano Surf Club en esta iniciativa, tienes una cita este sábado en la playa de Doniños, a partir de las 12 del mediodía. El punto de encuentro será el aparcamiento de la playa en la zona de Outeiro.

Habrá otras limpiezas por la costa gallega. Puedes consultar otras citas visitando la web de la campaña Iniciativas Océano.